Las principales claves para prevenir el Alzheimer
El Alzheimer es una de las enfermedades que está considerada como uno de los principales males de este siglo. Aunque se tiende a pensar que afecta a personas mayores, lo cierto es que también puede aparecer a edades más tempranas, aunque es menos común. La prevención como siempre es una de las mejores armas, así como estar atentos a los primeros síntomas para comenzar a recibir tratamiento.
Dieta
Una de las principales claves para prevenir el Alzheimer es la alimentación. La dieta mediterránea es la más idónea. En ella, se deben primar las frutas y verduras, sobre todo, las que son ricas en antioxidantes porque favorece el nacimiento de nuevas neuronas como es el caso de las fresas, frambuesas, arándanos, uvas, naranja, manzana, brócoli, acelgas, tomate o espinacas, entre otros.
El pescado azul tampoco puede faltar, así como el aceite de oliva y los frutos secos porque tienen propiedades que fortalecen el sistema inmunológico, ayudando a su vez a que se eliminen las placas amiloides que se depositan en el cerebro de las personas que padecen esta enfermedad.
Siguiendo con las proteínas, siempre se debe optar por las grasas que son saludables para evitar afecciones sobre la zona del cerebro que están relacionada con las capacidades cognitivas. De este modo, es conveniente sustituir las carnes rojas, embutidos y lácteos enteros por la carne de ave y conejo, legumbres y lácteos descremados. Y, finalmente, se deben elegir alimentos integrales, incluido el pan, para evitar afecciones negativas sobre la memoria y el aprendizaje.
Ejercicio
El ejercicio también es fundamental para prevenir el Alzheimer porque propicia las conexiones entre neuronas y su regeneración, además de favorecer la circulación sanguínea. Lo mejor es hacerlo a diario y, en caso de que no se pueda, tiene que haber un mínimo de tres veces por semana. Con caminar a buen ritmo es más que suficiente.
Intelecto
La actividad no debe ser solo física, sino también mental para evitar la muerte de las neuronas y la pérdida de sus conexiones. Actividades como leer, escribir, hacer pasatiempos, jugar al ajedrez o simplemente evitar la rutinas y hacer las cosas de manera diferente en el día a día… son de gran utilidad. Además, también es bueno tener vida social y una aptitud optimista.
Enfermedades
Las personas también tienen que estar pendientes de su salud porque hay patologías que están relacionadas con una mayor propensión a padecer Alzheimer. Entre ellas están, por ejemplo, la hipertensión, colesterol o diabetes. También influye el sobrepeso y obesidad, fumar y beber alcohol.
Estrés
Y ojo porque el estrés es el gran aliado del Alzheimer. Vivir situaciones de tensión de forma continuada lo favorecen porque se acelera la pérdida de neuronas. Así, hay que tomarse la vida y los problemas con más calma y bajar el ritmo frenético del día a día.