Los mejores alimentos para proteger el corazón
Además de hacer ejercicio de forma periódica y moderada, el corazón también puede cuidarse y protegerse para prevenir enfermedades a través de la alimentación. De hecho, hay una serie de alimentos que no deben faltar en la dieta y que hay que saber cómo consumirlos adecuadamente para obtener el máximo beneficio para la salud.
Buenas opciones
Para tener un corazón sano, una buena opción es tomar mucha frutas y verduras, especialmente aquellas que tienen color rojo, como el tomate, porque contienen un mayor nivel de licopeno, que es una antioxidante con el que se reduce la probabilidad de un accidente cardiovascular.
Las semillas, que últimamente se están incorporando tanto a la dieta, son otra excelente alternativa porque aportan fibra y ácidos grados cardiosaludables, lo que permite reducir o evitar un aumento del colesterol. Un efecto que, por ejemplo, se encuentra en el sésamo o en el lino, entre otras.
El pescado debe igualmente formar parte de la dieta. En este caso, es mejor tomar el que es azul por su contenido en Omega 3, que está presente en, por ejemplo, el salmón. Su poder radica en que su grasa ayuda a reducir los triglicéridos y, en consecuencia, se reduce la posibilidad de afecciones cardíacas.
El aceite de oliva es otro de los mejores productos alimentarios, siendo conveniente tomar el virgen extra. Al contener polifenoles, se mejora la vasodilatación arterial. Tampoco en la dieta pueden faltar los frutos secos como las nueces con cuya ingesta se reducen los riesgos coronarios, aparte de aportar grasas buenas, fibra, potasio…
Precisamente, el potasio es fundamental en el organismo para una buena salud del corazón. Está presente en, por ejemplo, espinacas, col o aguacates, entre otros. Y también se puede tomar leche de soja o té verde, sobre todo, en el desayuno, ya que ambos contribuyen a reducir el nivel de colesterol.
Cuidado
De la dieta igualmente deben formar parte la sal. Aunque en realidad, hay que ser cautos con su consumo porque tomada en exceso no beneficia para la presión arterial. La clave está en tomar productos que contengan menos de 0,5 gramos o 500 mg de sodio por cada 100 gramos. Así que toca leer bien las etiquetas de los alimentos. Alternativas para condimentar y que la comida sepa más sabrosa son la mostaza, nuez moscada, albahaca o el laurel.